Con préstamos del BID la isla protege y mejora sus costas
06 agosto 2014 | Publicado : 06 ago 2014 - 06:48 | Actualizado: 06 ago 2014 - 06:50
El malecón, una barrera de un kilómetro, con una profundidad de entre 6 a 12 pies, y localizada en la costa sur de Barbados, es más que un espacio para entretener turistas. La bella estructura fue diseñada para conectar playas, proteger de la erosión a las costas, y resguardar a la costa de vientos de más de 170 kilómetros por hora.
La edificación es uno de los resultados de más de 28 años de cooperación entre el gobierno de Barbados y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la conservación y manejo de costas.
Para Barbados, la zona costera es el mejor recurso económico. Playas arenosas, aguas tranquilas, arrecifes y otros ecosistemas distribuidos a lo largo de 97 kilómetros de litoral, crean condiciones para una industria turística que aporta directa e indirectamente casi un 40 por ciento del Producto Interno Bruto. Se considera una zona central para la sociedad de barbadenses y da un espacio vital para las actividades de pesca y transporte marino, esencial en el Caribe.
Según Héctor Malarín, Jefe de la División de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Gestión de Riesgos por Desastres del BID “las intervenciones para un manejo adecuada de costas como las apoyadas por el Banco en Barbados, demuestran que es posible lograr sinergias positivas entre la prevención y mitigación de riesgos por desastres y un sector estratégico como el turismo para maximizar beneficios económicos para el país”.
La clave del éxito ha sido el trabajo sistemático consistente en una visión a largo plazo, adoptada por el Gobierno para la protección de su principal activo económico: sus costas.
En una primera instancia, que se inició hacia mediados de los años 80, se recopiló información técnica y científica sobre los efectos ambientales en las costas.
Luego, como parte del Programa de Conservación Costera, con un préstamo de US$3.6 millones y US$500.000 en donación de Canadá, los esfuerzos se concentraron en el fortalecimiento institucional y la creación de una unidad especializada en el manejo del litoral. Con la Unidad de Manejo Costero, o CZMU por sus siglas en inglés, Barbados se convirtió en el primer país del Caribe en tener una instancia especial para el tema. Su primer director, Leonard Nurse, es hoy reconocido a nivel internacional en el tema de Cambio Climático. Es miembro del panel Intergubernamental sobre Cambio Climático que fue galardonado con el premio nobel 2007 por sus contribuciones en este campo.
Entre el 2002 y 2009, se inició un proyecto de US$17 millones que resulto en estabilización costera y control de erosión en populares zonas de la costa sur y oeste de Barbados, así como importantes mejoras en el acceso público a las playas y varios kilómetros del litoral. Las mejoras fueron diseñadas con base en información científica y altos estándares de ingeniería a nivel internacional, con lo cual se logró reducir caros costos de mantenimiento a largo plazo.
De acuerdo con Michele Lemay, especialista en recursos naturales del BID: “la capacidad institucional creada como resultado de los varios proyectos, permite a Barbados ser uno de los líderes en el Caribe en enfrentar los efectos de cambio climático, como la erosión costera y el aumento en la frecuencia de las inundaciones, con soluciones efectivas y sostenibles a largo plazo”.
Este año el Banco ha propuesto entregar nuevos recursos para que Barbados tenga más herramientas para luchar contra los riesgos costeros y el cambio climático. Los expertos pronostican un aumento en la frecuencia de desastres naturales y el impacto de sus consecuencias en la isla. Sin estudios de adaptación que permitan cambios y toma de decisiones adecuadas, el estilo de vida y los recursos económicos en Barbados podrían sufrir ya que no sería posible enfrentar los riesgos económicos y sociales que trae el cambio climático.
Según Cassandra Rogers, líder y especialista en manejo de riesgos y desastres, y experta en reducción de riesgos en el Caribe, “el conocimiento, las habilidades y la experiencia adquirida por la CZMU, gracias al apoyo del BID durante los últimos 28 años ha, obviamente, aportado dividendos. Las nuevas intervenciones proponen construir sobre la experiencia ganada para cooperar a la CZMU en el manejo y adaptación al cambio climático en manejo de riesgos y la práctica de manejo de la zona costera”.